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Lhahl, la novia de Bhuhb, es una gnomo muy distraída.

Estaba jugando con su arcoiris nuevo, el que Bhuhb le regaló para su cumpleaños y, de pronto, se dió cuenta que había perdido el color rojo. Se asustó mucho y miró a su alrededor.


Todo lo que antes tenía rojo, ahora tenía un color parecido al gris.
Por ejemplo, el semáforo ahora no tenía más rojo, tenía un gris que hacía que hubiese muchos embotellamientos. La camiseta de Barcelona en vez de ser azul-grana como siempre, ahora era azul - gris, con lo que los equipos se confundían y no sabían quién había ganado el partido. Y los enamorados ya no sabían cómo pintar los corazoncitos. 

Lhahl buscó en todos lados: debajo de la alfombra, en su mesita de luz, adentro del monedero, adentro de la oreja de Bhuhb y de la de Parabirabí Parabirabá y no la encontró.
Entonces Bhuhb decidió llamar a la gran detective Agüita de Mar.

Agüita de Mar es una princesa muy bonita que vive en un barco navegando por todo el mundo, y que en sus tiempos libres se dedica a resolver acertijos. Una vez, incluso, encontró la solución para el acertijo de la esfinge. 
En cambio, ahora, el trabajo era muy difícil. Sacó su famosa lupa y empezó a buscar por todos lados. Buscó debajo de la alfombra, en la mesita de luz, adentro del monedero, de las orejas de Bhuhb y de Parabirabí Parabirabá y nada.
Agüita de Mar reunió a todos los habitantes del bosque y les empezó a hacer preguntas para averiguar si alguno había visto al color rojo. Nadie sabía nada, y todos empezaron a buscarlo. Lo buscaron en el puente, en el vagón del tren, en el bolsillo del maquinista y en las orejas de Parabirabí Parabirabá y nada.
Cuando todos se estaban empezando a resignar y comprar muchos tarros de pintura azul y de pintura verde para pintar algunas cosas de azul y algunas de verde de las que antes eran rojas, apareció Fhihf, el gnomo travieso. 
Estaba todo manchado de rojo y con cara de cansado.

¿Qué había pasado? Pues que Fhihf decidió pintar su casa de rojo y, sin decirle nada a Lhahl, le había tomado prestado ese color del arcoiris. Ahora volvía a tomar prestados el verde y el azul para poder pintar las puertas.
Agüita de Mar, como era una detective muy inteligente, sin decirle nada a Fhihf de lo que había pasado, le dió su tarro de pintura verde y el de pintura azul que tenía Bhuhb en la mano. Entonces Fhihf se fué muy contento a pintar su casa.

Desde entonces, Lhahl tiene atados a todos los colores con un piolín.